«No ayuda decir que algo es bueno o malo. Decir que es malo ayudaría menos que nada para lo más importante, a saber: que podemos aceptar lo malo. Como ven, cuando lo aceptamos, hay una oportunidad de que algo pueda cambiar, pero nunca lo aceptamos. Podemos mejorar solo cuando aceptamos lo que es parte de nosotros. Entonces podemos cambiar, no antes»
(El Zaratustra de Nietzsche, p. 487)