Ser revolucionario, en un sentido nietzscheano, significa oponerse a toda situación de la sociedad en la que predomine el santurrón (mojigato, hipócrita). (Como le oí decir a un antiguo amigo mío, el que hace gala de moralismo para imponerse juzgando a los demás es siempre el más peligroso, el más canalla).
SER REVOLUCIONARIO
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