Archivo por meses: mayo 2014

Envenenado

El envidioso percibe todo regalo que se le hace como un auténtico insulto. Su venganza es simplemente no agradecerlo no dándose por enterado. Con ello pretende simular una superioridad que es insultante simplemente porque es falsa.

Inmoral/Ilegal

Desear la muerte de alguien, alegrarse de la muerte de alguien: inmoral (despreciable), pero ¿ilegal?

Desear la muerte de Hitler, alegrarse con la muerte de Hitler (de Franco): ¿me van a detener por escribirlo? Sólo los hitlerianos, sólo los franquistas.

El odio es tan natural como el amor, en el sentido de que puede estar tan justificado como él, puede darse un odio racional.

Otra cosa es que odiar nos haga daño. El que odia acorta su vida, pero eso es cosa suya. 

Escritores Complutenses 2.0

Acabo de publicar en la Plataforma Digital Escritores Complutenses dos escritos de hace ya tiempo. El más reciente se titula «Aterrizar en lo real. Evocaciones», y constituye una autobiografía tragicómica, a retazos y novelada, que reflexiona sobre la importancia del dinero en la vida humana. El más antiguo es la novela de humor «¡Por fin se acabó el presidente!», que relata las experiencias de un joven profesor de filosofía en diversos institutos españoles a los que habría sido destinado, y con el telón de fondo de los escándalos mayúsculos que se dieron en el gobierno de Felipe González.

Los dos se pueden descargar en http://biblioteca.ucm.es/escritores

Envejecer

Cada vez que oigo a un católico militante hablar de lo suyo, sobre todo  como no tenga yo en cuenta la consideración que merecen las manías particulares, en base a la dignidad humana, resulta que envejezco 20 años, o sea que me pongo en los 76, ahí es nada. Por eso es para mí de prudencia elemental huir de esa gente. (A no ser que sean del Opus, porque entonces entraría sin duda el «todo por la pasta», y eso anima un poco, perversamente, la sosería insoportable de los santurrones). 

Cañete (2)

Parece ser que este impar personaje ha esgrimido hace poco contra los rivales políticos algo así como su superioridad intelectual. «Se los juro», yo no la he notado, en absoluto, sólo superioridad en grasas saturadas…

Politeísmo es el valor del presente

Dice hoy Vargas Llosa que Hamann «se sepultó en el estudio de la Biblia». En efecto, estudiando el Libro, uno se sepulta, se entierra en vida. Y es que la vida está sólo del lado del politeísmo, y hasta podemos considerar que el fanatismo del Señor, del Uno, del Único Dios, habría sido la fuente de toda la violencia planificada, política, en la historia de la Humanidad occidental. Esa obscena seguridad con la que un católico reivindica a su Iglesia como LA Iglesia, fuera de la cual no hay salvación. El individuo soberano como definitiva conquista cultural, como meta y sentido de la Humanidad, sólo viene garantizado por el politeísmo axiológico radical. Ya lo decía Nietzsche, la muerte de lo divino vendría de decretar que sólo hay un Dios.

«Cañetear» (RAE)

«Cañetear», o «hacer cañetes»,  dícese  de la acción del plantígrado aquejado de hipercolesterolemia fatal por su pancetamanía, cuando va por esos sitios de Dios vomitando mentiras como puños; y dícese sobre todo si las vomita además con mirada que se quiere imperial y como de destino más que humano, pero se nota nada más que de simple mala leche de la más burda. Loc. adv. «vete a hacer cañetes».