Archivo por meses: junio 2018

La fe dionisíaca

«Obtener una altura de miras y una perspectiva de pájaro allí donde se comprende que todo va realmente como debería ir: que toda especie de ‘imperfección’ y el sufrimiento que conlleva forman parte de la SUPREMA DESEABILIDAD…» (Nietzsche, FP-1888, 11 [30], p. 375)

Los que no son capaces de esa «altura de miras» simplemente no pueden comprender los escritos de Nietzsche, y por eso lo malentienden por necesidad, y así dicen las cosas que dicen de él, desde Lukács a Losurdo, o sobre todo, hoy, algunos impotentes de los suplementos culturales y las redes sociales.

Nietzsche

Si me preguntaran de qué nos puede servir hoy la lectura de Nietzsche, aparte de para aprender a filosofar, yo diría, simplemente, que para mantenernos jóvenes, es decir, para seguir adelante sin reposar en el imbécil algoritmo del credo definitivo. Porque ya tenemos más de sesenta, no dejamos de agradecerle al filósofo alemán que todo lo que escribió lo escribió joven. Las ideas consolidadas son solo esclerosis cerebral, la que nos acecha desde los veinte años. Savater denunciaba este hecho, no hay que tomarse muy en serio a Nietzsche porque su escritura es la de un joven y nosotros ya no lo seríamos. Pero yo por mi parte nunca lo celebraré lo bastante.

Aznar = Torra

Un amigo mío americano es muy adicto al psicoanálisis, por supuesto al “ortodoxo” freudiano. Porque en USA, que es la tierra del pragmatismo, tienen sin duda un gran sentido de la realidad, como país de emigrantes que es han tenido que enfrentarse con toda la dureza de la vida: se supone que Trump ha sido cosa, más que nada, de las patologías mentales que en nuestros días circulan a raudales por las redes sociales. Y me comentaba el tal amigo americano que la política oculta la religión, y la religión problemas sexuales. En esa línea, a mí también me parece que todo credo político firme, toda “lealtad inquebrantable” que vaya más allá de hacer lo posible para que las cosas funcionen, no pasaría de ser algo así como las convulsiones verbales que les tenemos que aguantar a los que nunca se quedan a gusto. La verdad de todo nacionalismo es Torra, incluyendo por supuesto el de Aznar.