Archivo por meses: abril 2014

El amor

Que te manden amar, o no amar, rompería la gramática de la palabra «amar», y por tanto es un mandato que carece de sentido. Se ama lo amable, o a la persona que te hace feliz (y por lo tanto puede hacerte sufrir). Uno amaría, en el fondo, vaya usted a saber el qué.

Es como si alguien cuerdo te dijera: «ama sólo a los que merecen tu amor, de lo contrario serías injusto». Ese sí que estaría cuerdo, incluso tan cuerdo como para haber leído a Freud, pero también habría caído en el sinsentido al utilizar el imperativo del verbo «amar». «Ama tú» («no ames tú) carece empleo.

Por otra parte, pretender amar a todo el mundo, indiscriminadamente, Franco incluido, conduciría a la larga al psiquiatra, o a cosas peores. 

El Cristianismo

Si el Cristianismo te deprime, entonces es falso. (No tendría sentido la idea de «vencer a la muerte», como no sea el de morirse del todo).

Por eso a mí el Cristianismo me deprime, me aburre y me envejece infinitamente (acercamiento a la muerte que sin duda puede ser bellísimo, la bella muerte como una mariposa negra)

(Madmen Making Machine, Christianity)