No solo diremos para seguir atrayendo al turista lo que decían nuestros imaginativos antepasados del régimen de los cuarenta años («Spain, everything under the sun!»), sino que ahora podremos seguir presumiendo también de conservar nuestras tradiciones como ningún país de la Europa Occidental. Por ejemplo, el Santo Oficio, la Inquisición, typical Spanish: pierda cuidado el visitante, que le calzaremos el Código Penal a quienquiera que insulte, falte al respeto, se burle, ofenda, juegue con lo sagrado, o ponga cara de mala leche al paso de la Macarena, para no hablar de escupir en la tumba de un prócer y que te vean. (Y los que vengan buscando desenfreno del duro no se preocupen en exceso, aquí la violación no estaría tan mal vista como lo arriba mencionado, parece).
¡Qué viva España!
Deja un comentario