No sé para qué querrán filosofía en la enseñanza, en habiendo religión cristiana. Una ofensa a la inteligencia, de mal gusto, pero que hace felices a casi todos los que de verdad entran en ella. En cambio, la felicidad de la comprensión es para pocos, y además está siempre salpicada de insatisfacción.
Miseria de la filosofía
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