A todos nos atraviesa, todos pataleamos en lo real, lo imaginario, lo simbólico, faltaría más. Pero de la belleza no queda nada, habrá sido un sueño, todo es hoy jodidamente feo, cualquier pasado es menos feo, y de ahí nuestro monumental vacío, de todo lo nuestro ha huido la belleza: lo peor de los robots que nos dominarán, y que ya somos nosotros mismos, es que son feos, y cuando intentan la belleza lo único que les sale es la cursilada asesina.
(Imágenes danzando antes de dormir, pesadilla, los hermanos Wert, De Guindos, Rajoy, Báñez, monstruos al poder).
Pero los más feos son nuestros guapos, los más feos de todos los Narcisos, y quien no entienda esto es el más feo de todos, y el más tonto y el más canalla.
Mirar hacia otro lado.