«La alianza entre la alegría y la crueldad es lo único que podría explicar el carácter corrosivo y despiadado de toda alegría profunda, como es el caso del temperamento y humor españoles, al revés de lo que sucede en el caso de la ironía, del sarcasmo, del esperpento, del humor negro, del llamado humor del absurdo o de los meros juegos de palabras, que requieren un vínculo de la tristeza con la crítica moral inherente a la idea de un mejoramiento del mundo».
(Rafael del Hierro exponiéndonos a Rosset)