El progreso de la cultura occidental se ha hecho tan incontestable, tan indiscutible, que ahí están, sin salir de la cosa nostra, el Santander, Caixabank, el Bilbao Vizcaya, el Sabadell, el Ing, Mercadona, y toda esa cuadrilla de salteadores de caminos, solícitos más que nunca para formarnos en lo de ser buenos y honrados, con herramientas para pensar y empatizar, con mucho coaching, con premios para quien se comporte, para educarnos en valores, culturizarnos en habilidades digitales, y por si fuera poco traernos arte plástico y musical, haciendo un puro paraíso, en fin, de la vida humana. Que ya era hora.
Como si Al Capone oficiara el día de difuntos una misa directa al Señor de todos los corazones.