Le cuenta a sus alumnos la Julieta de Almodóvar la historia de la bellísima ninfa Calypso queriendo retener a Ulises con ella por siempre en su isla prometiéndole, además de su cuerpo, algo del todo natural y razonable, nada menos que la inmortalidad, el más ignorante de los sueños humanos, esa manía unamuniana. Pero como no puede ser de otra manera, en su sabiduría sin igual, Ulises rechaza la inmortalidad, pensamos que por pura fidelidad.
Por fidelidad no tanto a Penélope y a su propia humanidad constitutivamente mortal, sino sobre todo a la Tierra y a la vida, que eternamente danza anillándose con la muerte (la vida inmortal es el nombre de la nada pura y dura).
Porque vida es matadero, por esencia o lógica del lenguaje.
Dionisos = Hades
Deja un comentario