Dos de los principios esenciales del código ético yóguico son los de que en ti se asiente la no violencia y que en ti se asiente la verdad.
Lo cual es sin duda muy sabio, porque la única manera de mantenerse alejado de la violencia es decir la verdad. Es en la medida en que nos callamos lo que pensamos que nos volvemos violentos. El silencio envenena al reprimido.