Célebre es aquello de Valle-Inclán cuando le preguntaron qué le hubiera gustado ser si no hubiese sido escritor: «Confesor de princesas».
(A mí si no hubiera sido profesor de filosofía me habría gustado ser psiquiatra de católicos, por aquello del vivir peligrosamente y mi adicción al trabajo interminable).
Psiquiatría
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