«La filosofía auténtica, en cambio, no ofrece ninguna seguridad ni remedio, porque es la «apertura» que trasciende toda configuración del mundo, toda objetividad y, por tanto, toda forma de anticipación y previsión. Mantiene abierto el problema, más allá de toda respuesta, o sea impide cerrar el sentido del Todo-envolvente en cualquier respuesta objetiva. Tiene abierto el espacio libre de la Trascendencia, que permite trascender todo objeto y toda tentativa que, como la cristiana o en general la religiosa, quiera objetivar la Trascendencia»
Severino relatando a Jaspers (p. 227 edición española)