Da toda la impresión de que la gente en general es feliz sólo cuando encuentra a alguien o algo a quien servir incondicionalmente, Dios, la Sociedad, su Yo. Sólo el diablo parece que encontró su felicidad en el no servir a nadie ni a nada. ¿Es posible hoy la vía del diablo? Me parece que sólo a costa de renunciar a la felicidad, hasta tal punto todos somos sirvientes. «Vale quien sirve», y quien no sirve no vale, es decir, está en el infierno.
Pánico dan los Señores, Dios, la Sociedad, el Yo, porque todos ellos nos obligan a matar y a matarnos. A hacerles continuos sacrificios.