De entre todos los nacionalismos absurdos que nos amenazan a los españoles poniendo en riesgo nuestra convivencia, sin duda el más peligroso es el nacionalismo español. Como siempre ha ocurrido, por lo demás. Y lo peor de los otros, pequeños nacionalismos, pudiera ser que exaltan y empoderan a aquél.
La lucha contra los nacionalismos pequeños me había parecido sensata y oportuna, pero hace poco caí en la cuenta de que los que están involucrados en ella defienden mayormente el nacionalismo español. (De Málaga a Malagón).