Archivo por meses: abril 2015

Narcisismo

La característica incapacidad del narcisista para reconocer al otro como otro puede presentarla el narcisista como prueba de su exclusivo y selecto interés por el mundo interior o espiritual o estético, cuando no es más que circular masturbación improductiva, la disparatada manía del yo (ese yo que para empezar no existe).

La cultura

El típico desprecio que se quiere olímpico de nuestro pueblo por la cultura se pone de manifiesto últimamente cuando un mafioso de la Gürtel se refiere a Rubalcaba como «ese profesorcillo de universidad que ahora está escondido», o cuando el economista de cabecera del tal Albert Rivera contrapone sus propuestas con la de «esos profesores locos».

(El desprecio de la inteligencia de los cretinos de todo pelaje explicaría muchas mayorías absolutas).

La patria

La patria, cosa verdaderamente seria (el PP enarbolando la bandera, en la plaza de Colón y en las pulseritas de los paletos, Ciudadanos y los compatriotas: como cantaba Carlos Cano, «cuando dicen Patria yo miro al pueblo y me pongo a temblar»).

Estoy completamente de acuerdo con Esperanza Aguirre en que hay que defender a España (sobre todo de Esperanza Aguirre y sus mafiosos, para que no sigan repartiéndosela).

«Su patria está en Suiza o en Andorra». Sin duda, la patria no es nada para ellos como no se pueda hacer negocios con ella. España sería una marca que ha de ser puesta en valor, motivo de especulación, mercancía. Y lo espiritual también una mercancía (las yemas de Santa Teresa).

Pero si no fuera por la influencia omnímoda del cuarto poder del dinero, a mí me daría mucho que pensar la facilidad con la que el pueblo español se está dejando esquilmar…(¿la servidumbre voluntaria?, ¿la pulsión de muerte de toda la vida?).

Mariano Rajoy, registrador de la propiedad, privatiza el Registro Civil, recién informatizado con el dinero de todos nosotros, para regalárselo a los registradores de la propiedad…¿Y no pasa nada? No votarle es muy poco como respuesta.

Necesidad de la fe

Sin una fe que nos sostenga, que nos permita abstraernos o ir más allá de toda esta gentuza con la que tenemos que vivir, ¿cómo íbamos a poder soportar que en los pueblos andaluces a los gatos los bañen en sosa cáustica?

Falibilismo

Ser falibilista es lo más cómodo para medrar, porque por un lado va uno por ahí con la aureola de científico y de moderado y entonces causa mucho respeto, pero por otro no se acaba de comprometer nunca claramente con nada (porque ante todo no quiere pecar de fanatismo) y entonces, como nunca molesta a nadie ni se opone jamás sin ambigüedad al poder establecido (claro, él está muy por encima de las plebeyas ofensas, él se dedica a criticar las ideas y no a las personas, como si las ideas no fueran la sangre de las personas), puede aspirar tranquilamente a subvenciones y prebendas.

Es muy listo el falibilista, muy astuto, jamás escribirá que Esperanza Aguirre es una mala pécora que esta vez apoya a un alcalde triplemente imputado…porque siempre tiene en cuenta, como racionalista crítico que es, que puede estar en un error. Y claro, le tiene terror a equivocarse.

Ha dicho un listillo neoliberal que el comunismo supone un atentado contra la naturaleza humana.

Y es que necesitan al hombre caído, hundido en el fango, de cabeza en la Gürtel, para justificarse a sí mismos y sus desmanes. Por eso encajan tan bien con los cristianos. Porque si no estuviéramos todos «naturalmente» hundidos en el fango Cristo habría venido en vano (y los curas y las monjas sobrarían).

Hitler confesándose

Cristo puede perdonar a cualquiera, escucha a cualquiera, por eso yo no soy cristiano.

La filosofía del PP

Ha dicho la Aguirre (finales de Marzo de 2015) que está deseando abrir un debate ideológico en el PP, “porque no va a ser todo economía”. Al parecer, sería más que nunca necesario para el Partido el debate de ideas, sin duda porque en este momento les urge distinguirse de otros que también ponen la política al servicio de la empresa y sus intereses, con el chocante razonamiento, pero para ellos tan obvio que ni haría falta repetirlo, de que el interés privado de las empresas viene a coincidir exactamente con el de la sociedad en su conjunto.
Pero pienso que pocas sorpresas podemos esperar en relación con el debate ideológico del PP. Está claro que para todos ellos, y a tenor de sus medidas y de sus conductas, el sentido más general de la vida humana, porque es el único de verdad universalizable y que todos entienden, sería el de hacerse rico, o bien el de ponerse, sin rechistar, al servicio de los que son ricos (y por eso los ricos son los auténticos benefactores sociales, porque en cualquier caso le darían el sentido de su vida a los que no han podido serlo). Por cierto, se trata de una concepción de la vida humana alarmantemente próxima a la que es propia de la chusma más abyecta, por lo menos según una importante vertiente de nuestra tradición filosófica y espiritual. Así que habrá que borrar todo rastro de esta tradición en la escuela (Rita Barberá pisoteando a Aristóteles, Wert devorando a Spinoza).
En cuanto a lo que no es economía, “porque no todo va a ser economía”, aquí sí que no cabe ningún enigma porque hay que recordar aquello que la Aguirre exclamó en una ocasión, en un revelador rapto de entusiasmo que no pudo o no quiso contener: “¡Esa magnífica libertad que sólo nos da Jesucristo!”. (Por lo demás, ha contratado esta vez para su campaña a otro contundente desvalijador de lo público que dicen que es pariente de Santa Lucía Figar, a quien Dios tenga en su gloria).
Esta libertad que sólo da Jesucristo insuflaría su aquel de espiritualidad en la reseca y más bien brutal filosofía del Partido, especie de Realpolitik de Tomelloso. Pero ya se sabe lo que dijo Jesús respecto de la conveniencia de guardar nuestro tesoro en el cielo, adonde no llegan ni la corrosión ni los ladrones. Algo así como bonos no del Estado sino de la Vida Eterna.
Es decir, vendría a complementar su neoliberalismo, la ideología del PP, con todo aquello del cochambroso Nacionalcatolicismo tan tradicional y manoseado que fuera el de sus progenitores. Pero con una importante innovación: el Imperio Español ya no le hará ascos al dinero con su inútil mohín de fijodalgo muerto de hambre, sino que sabrá repartir con lucidez sus ímpetus imperiales entre las respectivas exigencias de esta vida y de la otra. En esta vida hay que invertir y emprender, y después guardar las ganancias en Suiza o en Andorra. Para la otra habría un método diferente de ahorro, que como siempre consiste en el sacrificio de sí y en la confesión periódica. Como muchas veces nos habría dado a muchos la impresión de que todo esto es bastante contradictorio, ahí está en nuestro tiempo, para desmentirla, el verdadero emblema de la filosofía del PP, Bárcenas comulgando en misa de doce. ¡Ese es el nuevo español, por fin ya del todo compatible con los mercaderes protestantes del Norte! (Según algunos este nuevo español arrancaría en su genealogía del opus dei del Franquismo, vencedor en sus luchas intestinas con los falangistas, y que continúa con poderosa vocación de futuro en nuestros días).

Yo soy aquel legionario

En el puerto de Málaga, la Legión

llevaba a Cristo a hombros.

(¿Cristo y la Legión? Pero esta vez a su favor…)

Como son los novios de la muerte van a ver

si Cristo les libera para siempre de su novia,

y así se pueden ir por Málaga con las mujeres de la vida.

Vota Gabilondo

Cuando viajes arriba y abajo,

cuando la tarde caiga tan dura,

cuando no tengas a nadie con quien hablar, ni le importes a nadie,

Gabilondo bajará sobre ti, te reconfortará, te filosofará,

insuflará Imperativo categórico en el Ibex 35,
como en la Primera Guerra Mundial,

ve y dile al antidisturbios del deshaucio que el ser humano es siempre un fin y nunca un medio.