La derecha y el gran empresario españoles carecen de clase, son especialmente horteras, y en lo moral canallas.
La derecha española piensa que puede hacer y decir cualquier cosa porque aquí el franquismo nunca fue ajusticiado.
El capitalismo selecciona a los peores, los dueños del dinero casi siempre son unos gañanes carroñeros. El capitalismo es el mundo invertido. Cretinos con gemelos disfrutando de áticos en Ópera, comiendo exquisiteces con bellezones y esfinando coca. Los mejores pidiendo limosna abajo, destrozados, en la plaza de Ópera.
Javier Gomá Lanzón, o como se llame ése, me resulta fisiológicamente repulsivo, y eso se trasmite a su «pensamiento», por llamarle de alguna manera. Casi tan asqueroso como Rajoy o Wert.
De todos modos, los que más pena o más vergüenza siguen dando, sobre todo en estos momentos, son los idiotas del fútbol.