Tranquila tarde de otoño

«Los aristócratas del espíritu natos no son abiertamente diligentes: sus creaciones aparecen y caen del árbol en una tranquila tarde de otoño, sin que sean precipitadamente deseadas, promovidas y arrancadas por algo nuevo. El deseo de crear sin parar es vulgar y traiciona los celos, la envidia y la ambición. Si uno es algo no tiene necesidad de hacer nada–y sin embargo hace muchas cosas. Sobre el ser humano «productivo» existe una especie todavía más elevada» (Nietzsche, HH 210)

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.