Por supuesto que Bach no demuestra nada, la música más sublime no puede borrar lo delirante del contenido: Dios Padre, por amor a los hombres, les entrega a su Hijo (también Dios) para que éstos lo torturen y lo maten, y así ser redimidos de sus pecados.
(Por mucho menos que esto se entra en el manicomio).
Por lo demás en lo que digo no hay nada nuevo, no me podrá acusar nadie de blasfemia (penada en mi país), ya los mismos cristianos lo dijeron: lo suyo es una locura, la locura de la cruz, lanzada contra toda la sensatez del mundo. La ley obliga a respetar la locura.