Los franquistas promocionaban el taller de chapa, de madera y de electricidad, junto con el deporte porque no todo va a ser latín del pagano: tras el cansancio de su rudeza nos íbamos a solazar a educación y descanso, y a los toros.
Con la tendencia que lleva la Comunidad de Madrid en cuestiones de enseñanza, quedarán a la larga (una vez descartadas las elecciones limpias) tres tipos de profesores:
1º Irlandeses con lo del inglés (sin que haga falta que sean licenciados, es más, si no son licenciados es mejor porque sale más barato, no importa que coman sandwiches de mortadela en clase y no se les entienda nada).
2º Curas por supuesto que católicos. Pero en realidad no es que sean curas, es como una cosa rara, ni carne ni pescado (sin que haga falta que pasen ninguna oposición pues con el amor sincero a los discentes ya es más que de sobra).
3º Programadores y expertos en aplicaciones, porque así se desarrollan destrezas muy necesarias para que no se sepa nunca lo que uno de verdad quiere.
4º En cuanto a la cultura del país, lo mejor un matador de toros jubilado disertando, que cuente los lances y contribuya al regocijo general.
Por este mismo orden, y si hay que divertirse, Lina Morgan, recuperada.
Política educativa
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