Archivo por meses: octubre 2024

¿RENDIRSE A LA INDECENCIA?

«Contemplar la naturaleza como si fuera una demostración de la bondad y la protección de un dios; interpretar la historia en honor de una razón divina, como testimonio permanente de un orden del mundo y de un propósito final de carácter ético; interpretar las propias experiencias como lo han hecho durante tan largo tiempo los hombres piadosos, como si todo fuera providencia, todo fuera señal, todo estuviera pensado y enviado por amor de la salvación del alma: esto es lo que ya se ha acabado, tiene a la conciencia en su contra, a todas las conciencias más sutiles se les aparece como algo indecente, deshonesto, como mentira, afeminamiento, debilidad, cobardía, —si hay alguna razón es precisamente por este rigor que somos buenos europeos y herederos de la más larga y valiente autosuperación de Europa» (FW 357: “Para el viejo problema: ‘¿qué es alemán?”, p. 871)

IA FRAUDULENTA

«Systems that deliberately conceal their shortcuts and gaps of incompetence should be deemed fraudulent, and their creators should go to jail for committing the crime of creating or using an artificial intelligence that impersonates a human being».

Dennett, Daniel C.. From Bacteria to Bach and Back: The Evolution of Minds (p. 403). Penguin Books Ltd. Edición de Kindle.

JEHOVÁ Y TAL

Quién tiene el mejor derecho de destruir el mundo que aquel que lo creó, deben pensar los mendas estos de los cojones.

CONFESIÓN SINIESTRA

Toda esta gente, como está de moda ser radical en la desvergüenza, lo dice con toda la claridad: «PENSÉ POCO, RECÉ MUCHO». Es la coartada absoluta, perfecta, para los asesinos.

SER TRANSVERSALES

Siempre fui un enamorado de la transversalidad docente y discente, ¡y voto a bríos que las he cultivado toda mi vida! Porque no basta con ilustrar al estudiante, por ejemplo, acerca de la eidética del asco. También hay que saber intercalar sabios consejos que pueden ser de utilidad en edades críticas. Sobre todo de salud, en mi caso eran los preferidos.

Recuerdo aquel día en que estaba yo especialmente inspirado. «No es lo peor fumar (empecé a discursear llevado por la Musa), no es lo más dañino beber, ni siquiera tampoco las drogas de diseño o arriesgarse a las venéreas. Créanme cuando les digo que lo peor de lo peor es cumplir años, lo digo por lo que sé de mis conocidos, lo digo también por propia experiencia (aunque me resisto a profundizar en esto segundo porque es de mal gusto, y me podrían contestar que por favor no les cuente mi vida, que es muy triste). Lo peor es cumplir años, cuantos más cumplan mucho peor estarán a la larga, se lo digo de verdad. Por lo tanto (y a ver quién me va a discutir esto), procuren con todas sus fuerzas no cumplir ya ninguno, o si esto les resulta muy difícil, cumplir muy pocos más, lo mínimo».

La verdad es que me miraban entre atónitos y preocupados. Mucha gracia no les hizo, así que inmediatamente cambié de tema metiéndome a fondo en el meollo de la clase de aquel día. Pero espero haber plantado una semilla, como decía aquella.

LAS COMPETENCIAS

El llamado «modelo competencial» en educación es verdad que se apoyaría en ciertas tendencias psicopedagógicas interesantes y respetables, pero en su cash value no pasaría de ser lo mismo que el nefasto antiintelectualismo de la época, como el de Trump y la extrema derecha

THE TRUTH AND JUST THE TRUTH

The Nazi Jew is the perfect symbol of the end of the world

LA IZQUIERDA, PASMADA

Interesante artículo en El País, ¿qué le ocurre, qué tendría que hacer hoy la izquierda? Pero interesante sobre todo por sintomático. No se trata tanto de ir en contra de la vieja izquierda, tipo Lula, y a favor de la nueva, la que insiste en la crisis climática y el decrecimiento, en la diversidad sexual y de planes de vida, etc. Si la izquierda quiere de verdad meterse en la verdad y despedirse del jesuitismo que hoy todo lo invade, tendrá que reconocer que hay creencias constitutivamente delirantes y también creencias profundamente estúpidas. Es decir, que no hay que exigirles a los creyentes que mejoren la vida de las personas, sean las que sean sus creencias, y que con eso ya valdría. El Papa Francisco será un tipo majo y hará muchas cosas por la gente, pero es un hecho que asegura creer en cosas en las que hoy nadie honrado consigo mismo podría creer si supiera algo de ciencia seria. Para vivir con tranquilidad los unos con los otros no se nos puede exigir que nos pongamos a delirar y a transigir con las estupideces. Y lo mismo ocurre con la extrema derecha, o sea, con el fin del mundo: no se les puede entender y punto, porque nos resulta ininteligible la pulsión de muerte. Por mucho que hoy todo el mundo finja entenderlos, siguiendo la senda abierta por periodistas sin escrúpulos. Y no se les puede entender simplemente porque son unos cretinos que deliran. Y no se les puede entender tampoco pensando que quieren seguir robándonos y llevándonos al matadero, aunque eso sea cierto. No se trata tanto del cambio climático como de la estupidez y la codicia que lo han provocado. Si queremos meternos en la verdad, de verdad, tendremos que reconocer de una vez, por mucho que nos duela, que con los estúpidos no se puede hablar, porque para ello habría que fingir que les podemos entender. Y no es posible entender a un bobo de baba, aparte de que malgastaríamos nuestra vida, la única que tenemos, intentándolo.