Es grande la tentación de decir, y tras decirlo desentenderse del tema, «si les votan que se jodan». Es una gran tentación porque tiene no poco de justicia. Pero no funciona del todo porque si hay gente que está por el suicidio colectivo, está también por el asesinato, y los asesinados seríamos todos nosotros.
Nietzsche pensó haber dado en el núcleo del judeocristianismo cuando escribió: «No conocerás! : el resto se sigue de ahí». Esto hoy es lo mismo que dar en el blanco de la (extrema)derecha mundial, porque es evidente que con esta gente las palabras son inútiles, lo que nos sitúa en el peor de los escenarios. Es pura pulsión de muerte lo que lleva a poner al mando a los ignorantes y a los cretinos. Su odio al conocimiento, que es constitutivo de toda brutalidad, conducirá directamente, si se le deja suelto, a la extinción del género humano.
