NOVIEMBRE NACIONAL

Pues había yo prácticamente nacido recién, cuando al salir del ambiente de mi familia escueta, porque de eso no queda otra que salir, me empezaron a dar la barrila, pero a modo, con lo del Jesucristo ese y un tal José Antonio. Y como yo tenía el punto de referencia de mis padres y mis hermanos etc., claro, esos dos me parecían de verdad bizarros, raros a rabiar, o sea, y qué tenía yo que ver con ellos?

Pero en fin, había que tirar p’alante, los adultos sabrán, me dije. Luego, más tarde, mucho más tarde, comencé a leer a Nietzsche, y eso fue para mí como una purga y una ducha de agua helada a presión. Me quitó el envoltorio de pura insensatez que me asfixiaba, o tal cosa me figuré.

Y me socialicé también por vía intelectual, casualmente Agustín García Calvo y Fernando Savater andaban por allí, sobre todo el primero, que era fijo, y desde luego era punto y aparte. Y logramos salir mínimamente orientados no pocos jóvenes de entonces del lío político aquel, en verdad descomunal, gracias sobre todo a ellos y a gente como ellos. Porque los de la LCR y los de la ORT me iban a parecer competidores de los del régimen pero en su misma línea de insensatez, tan irritante por injusta y atrabiliaria. Recuerdo cómo describió Fernando su impresión de la muerte de Franco, muerte del padre ausente pero omnipresente, y él en París de muy progre aunque en absoluto según el uso de la mayoría de los progres, sino progre pilarista, haciéndole la ola a la amargura de Cioran, una ola tan rentable.

Más tarde, la frase aquella de puro gracejo savateriano o savatérico, la de que «contra Franco vivíamos mejor», qué risa no? Y mucho más tarde aun, cuando otra frase famosa y angustiada, del tamaño hdp!, del carnicerito de Málaga («españoles, Franco ha muerto!!») se ha dado la vuelta y convertido en su contraria, y una mierda ha muerto Franco!, uno se percata de que tanto ese Savater como el Trapiello de marras, etc., y un largo etc., en el fondo lo que nos están diciendo es que con Franco vivían ellos mejor, mucho mejor, dónde va a parar.

El disidente depende esencialmente de aquello de lo que se distancia, de aquello con lo que solo en apariencia rompe. Es lo de Heidegger sobre la Metafísica, si inviertes la Metafísica eres el metafísico más puro y más duro. Darle la vuelta a Franco con Nietzsche y Cioran, solo ese gesto, solo es un gesto, equivale a la larga a ser franquista, pero franquista a tope, ayusista pero de los serios, franquista con fundamento.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.